¿La red 5g es peligrosa?

 La próxima llegada de las redes 5G ha desatado una gran polémica sobre sus posibles efectos dañinos para la salud. Aunque no hay pruebas definitivas, varios colectivos advierten sobre ciertos riesgos potenciales del 5G que deberían ser investigados en profundidad antes de su despliegue masivo.

Uno de los principales temores tiene que ver con la radiación electromagnética. Las redes 5G operan en frecuencias más altas que las generaciones anteriores, por lo que se ha especulado sobre su penetración en los tejidos humanos. Sin embargo, la potencia de emisión es baja y no parece representar un peligro mayor que otras tecnologías inalámbricas existentes.

Otra preocupación frecuente es que la saturación de antenas necesarias para el 5G en zonas urbanas pueda tener consecuencias ambientales o para la salud por la gran proliferación de radiofrecuencias. Los estudios al respecto no son definitivos, pero el principio de precaución indica que se deben realizar más investigaciones antes de la expansión total.

Si bien no hay pruebas irrefutables de daños, algunos científicos piden más análisis sobre los efectos crónicos de una exposición intensa a estas nuevas frecuencias 5G. Por ello, surgen controversias y teorías no demostradas sobre posibles riesgos como el cáncer o problemas neurológicos.

Lo cierto es que se necesita más investigación antes de afirmar tajantemente la seguridad del 5G. Evaluar a largo plazo el impacto de esta tecnología será crucial para disipar dudas y proteger la salud de la población. Mientras eso ocurre, mantener cierta precaución parece lo más sensato.